El pasado 24 de enero, tuvo lugar la VII Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, Argentina. La CELAC es un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política surgido a partir del compromiso conjunto de avanzar en la integración de la región e incentivar un diálogo entre los 33 países de América Latina y del Caribe que la conforman.
Dicho encuentro estuvo marcado por la reincorporación de Brasil a la CELAC; ello, como muestra del compromiso del país con la unidad y el trabajo colaborativo en la región y dentro de un contexto global en que la regionalización de los mercados y el suministro de las cadenas de valor cobran cada vez mayor relevancia. La asistencia del mandatario Luiz Inácio Lula Da Silva, por su parte, sirvió para resaltar el protagonismo que tiene Brasil en la región.
Días antes de la Cumbre, los mandatarios de Argentina y Brasil anunciaron la decisión de avanzar en las discusiones sobre una moneda común en la región con el propósito de potenciar el comercio, reducir costos operativos y vulnerabilidades externas, sin eliminar las monedas nacionales. Esta idea no es reciente, sin embargo, pues en 2019 los entonces presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro la habían puesto ya sobre la mesa. La propuesta fue rechazada entonces por Brasil debido a que la inflación en Argentina podía perjudicar a la economía brasileña.
Por parte de México, destacó la asistencia del canciller Marcelo Ebrard en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anticipadamente señaló su respaldo a los acuerdos a los que se llegaran en el encuentro. El canciller presentó una ruta de trabajo desarrollada por el Gobierno de México para la creación de una Agencia Latinoamericana de Medicamentos con el propósito de alcanzar la autosuficiencia sanitaria y el acceso a medicamentos en la región. Lo anterior, derivado del Plan de Autosuficiencia Sanitaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU), el cual fue presentado durante la VI Cumbre, celebrada en 2021. Asimismo, destacó que la Agencia buscará el intercambio en materia regulatoria, procesos de convergencia y el fortalecimiento de laboratorios de referencia. Hasta el momento, Bolivia, Colombia, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Jamaica y República Dominicana han manifestado su intención de participar.
Al término de la celebración de la VII Cumbre, se firmó una declaración conjunta entre todos los países miembros. El documento, denominado Declaración de Buenos Aires, consta de cien puntos de consenso y once declaraciones especiales, mismas que abarcan las distintas temáticas de la agenda prioritaria de los países integrantes de la región, tales como: cooperación y desarrollo, soberanía, defensa de los derechos humanos y de la democracia. Resaltando que, aunque hay algunos países que han sido señalados específicamente por violaciones a derechos humanos y por no respetar los regímenes democráticos, se logró generar consenso para dar paso a la firma de dicha Declaración.
La Declaración de Buenos Aires señala la condición estratégica de la región en la producción de alimentos e insta a cumplir con los compromisos efectuados ante el cambio climático. Respecto a estos dos temas, los países firmantes se comprometieron en actualizar el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025 con asistencia de organismos de cooperación como la FAO, el IICA, la CEPAL y la ALADI. Mientras que, en materia medioambiental, aludieron al compromiso realizado por países desarrollados a fin de movilizar 100 mil millones de dólares anuales para apoyar a países en desarrollo para el financiamiento climático.
Por su parte, las 11 Declaraciones Especiales versan sobre: i) retomar las negociaciones para encontrar una solución pacífica a la disputa entre Argentina y Reino Unido por las Islas Malvinas; ii) la adopción e implementación de acciones en el marco del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas; iii) condenar, prevenir y eliminar todos los actos de terrorismo; iv) la constitución de un Grupo de Amigos de Armonía con la Naturaleza, a fin de establecer acciones para los desafíos presentes y futuros y para salvaguardar la biodiversidad; v) la promoción del desarme nuclear; vi) la cooperación para prevenir, combatir y erradicar el tráfico ilícito de armas de fuego; vii) dinamizar el proceso de integración energética regional; viii) la protección de ecosistemas marinos y costeros; ix) instar al presidente de los Estados Unidos de América a poner fin al bloqueo contra Cuba; x) la adopción de medidas para alcanzar la igualdad sustantiva sin distinción de género; y xi) el fortalecimiento de los sistemas de producción alimentarios que promuevan el desarrollo sostenible y contemplen la seguridad alimentaria, además de alentar el uso de nuevas tecnologías amigables con la naturaleza para elevar la producción de los cultivos.
A pesar de los acuerdos alcanzados en dicha Cumbre, los temas que más resonaron fueron la situación política y social que vive Perú; el bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba; y las declaraciones del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, quien señaló que a pesar de que la declaración afirma la importancia del respeto a los derechos humanos, a la democracia y a las instituciones, hay países miembro que no respetan ninguna de las tres cuestiones.
Esta VII Cumbre de Jefes de Estado de la CELAC estuvo marcada por el regreso de Brasil como una de las potencias en la región, cuyo nuevo gobierno, afín ideológicamente a otros países de Latinoamérica y del Caribe, puede suponer una integración regional aún más estrecha. Sin embargo, quedará esperar que este instrumento político de integración asuma más obligaciones y compromisos concretos alineados al derecho internacional.
Finalmente, queda pendiente que los acuerdos puedan materializarse en acciones concretas que impulsen el desarrollo de la región, recordando que la próxima Cumbre será encabezada con la Presidencia Pro Tempore de San Vicente y las Granadinas, que será el primer país angloparlante del Caribe en asumir este encargo.
Este artículo fue escrito por Estefanía Rivero Solano, Consultora en Grupo Estrategia Política.