La semana pasada, en el Instituto Nacional de Salud Pública, fueron presentados los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022 en su modalidad Continua, un esfuerzo del Gobierno federal, consolidado en 2020, para aplicar anualmente esta encuesta en un periodo de cinco años (2020-2024). El objetivo, contar con un panorama comparable sobre la salud de la población mexicana a lo largo del tiempo, con diferentes alcances de representatividad en los primeros años, por áreas urbanas y rurales; posteriormente por regiones del país, para alcanzar en 2024 la representatividad por entidad federativa[1].
La ENSANUT Continua está diseñada para ser una base de información que permita el diseño y reformulación de políticas públicas, a nivel federal y local, para atender una gran variable de temas relacionados a la salud pública. Por ejemplo, la prevalencia de conductas alimentarias; detección, diagnóstico y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles; prevalencia de prediabetes y diabetes; hipertensión arterial; sobrepeso y obesidad, entre otras categorías.
En materia de nutrición, los resultados son desalentadores y reflejan la limitada efectividad de las políticas públicas que se han impulsado en materia de salud
Por ejemplo, la prevalencia de obesidad en adultos ha aumentado 21.4% de 2006 a 2022. En el mismo periodo, la prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles ha ido en aumento, particularmente en daño renal y diabetes; y, en las poblaciones escolares y adolescentes, la prevalencia de sobrepeso se ha mantenido estancada en torno al 20% mientras que los índices de obesidad han crecido alrededor de 5%. En este sentido,
¿Cuáles fueron algunos de los principales hallazgos en nutrición?
Prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos
En México, la prevalencia de obesidad en adultos es de 36.9% y la prevalencia de sobrepeso es 38.3%. La prevalencia de obesidad abdominal en personas con 20 o más años de edad es de 81.0%. La posibilidad de tener obesidad es 45% mayor en mujeres que en hombres y 1.7 veces más alta en adultos de 40-59 años que en jóvenes de 20-39 años. A nivel nacional, en el periodo 2006-2022, la prevalencia de sobrepeso disminuyó 3.0%, pero la prevalencia de obesidad aumentó 21.4% (de 30.4 a 36.9%), equivalente a 1.3 puntos porcentuales por año. La región de las Américas tiene la prevalencia más alta de SyO (62.5%) entre todas las regiones de la OMS; en México, es todavía más alta dicha prevalencia (75.2%)[2].
Enfermedades crónicas no transmisibles
La prevalencia por diagnóstico previo de diabetes es de 10.9%, de hipertensión arterial de 15.9%, de hipercolesterolemia de 30.6%, de daño renal 22.8% y de enfermedad cardiovascular 4.9%. El mayor incremento observado fue en la prevalencia de daño renal, con un porcentaje de cambio de 3.02%, seguido por el de diabetes (porcentaje de cambio 2.26%) y por el de hipercolesterolemia (porcentaje de cambio 2.13%). El incremento observado en estas prevalencias pudiera deberse al incremento en la prevalencia de la obesidad, al envejecimiento de la población, al consumo de una dieta poco saludable y a la menor actividad física[3].
Prevalencia de diabetes y prediabetes
La prevalencia de prediabetes fue de 22.1%. Se observó una mayor prevalencia de prediabetes a mayor edad y en los estratos más bajos de escolaridad y nivel socioeconómico. Asimismo, en 2022 la prevalencia de diabetes diagnosticada y no diagnosticada fue de 12.6% y 5.8%, respectivamente, para una prevalencia de diabetes total de 18.3%. Se estimó que 31.7% de las personas con diabetes desconocen su diagnóstico, con un porcentaje mayor en menores de 40 años (65.6%) que en adultos de 60 o más (18.1%)[4].
Sobrepeso y obesidad en población escolar y adolescente
La prevalencia nacional de sobrepeso en 2020-22 fue de 19.2% y para obesidad de 18.1%. En el comparativo histórico del SP+OB en escolares (5 a 11 años), a nivel nacional la prevalencia de sobrepeso se ha mantenido cercana a 20%, mientras que la obesidad muestra una potencial tendencia al alza, pasando de 14.6% en 2006 a 18.1% en 2020-2022. En
adolescentes (12 a 19 años), a nivel nacional, el sobrepeso osciló entre 21.3 y 23.9% en el periodo 2006 a 2020-2022; mientras que la obesidad muestra una potencial tendencia al alza, pasando de 11.9% en 2006 a 17.2% en 2020-2022.
La prevalencia de SP+OB en niños escolares (5 a 11 años) se ubicó en 37%, mientras que en la población adolescente fue de 41%[5].
Apuntes finales y propuestas
Como pudimos observar en las gráficas y números anteriores, los resultados de la ENSANUT Continua en nutrición ponen de relieve la grave problemática que enfrenta México en materia de salud alimentaria y, si bien permiten cuestionar la poca efectividad que parecen haber tenido las medidas adoptadas en esta administración (como el etiquetado de ad-vertencia y la restricción de publicidad) bien podrían reforzar, de forma malentendida, a la narrativa que contempla la implementación y el ejercicio de acciones más drásticas para introducir una regulación más estricta a la industria de alimentos y bebidas. Dicha regulación, desde luego, estaría omitiendo e invalidando los factores de multisectorialidad; al mismo tiempo que desactivando la participación de todos los sectores de la población, mismos que resultan imprescindibles para la atención correcta, conjunta y oportuna de esta problemática.
Los ejemplos en otras partes del mundo han demostrado que la cooperación público-privada para la promoción de la salud alimentaria no solo es deseable, sino exitosa cuando es correctamente implementada[6]. Particularmente, el aprovechar la tendencia de responsabilidad social corporativa, otorgar incentivos para el desarrollo de nueva tecnología y productos, el empoderamiento de productores y distribuidores locales y la adopción gubernamental de la experiencia en marketing y promoción del sector privado son áreas que valen la pena explotar con miras a la resolución de esta problemática de nutrición.
El problema de salud pública que muestran los resultados de la ENSANUT 2022 es complejo y multifactorial y, como tal, debemos construir soluciones que incluyan activamente a todos los sectores que, con su voluntad y experiencia, estoy seguro que pueden contribuir eficientemente al diseño de políticas públicas exitosas y sostenibles a largo plazo.
Este artículo fue escrito por Gene Rodríguez Cervera, Consultor en Grupo Estrategia Política.
Referencias:
[1] Lazcano Ponce, Eduardo (2023). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022: un proyecto representativo del Instituto Nacional de Salud Pública. Revista Salud Pública de México (vol. 65, suplemento 1 de 2023). P.P. 5-6.
[2] Campos-Nonato I, Galván-Valencia O, Hernández-Barrera L, Oviedo-Solís C, Barquera S. (2023). Prevalencia de obesidad y factores de riesgo asociados en adultos mexicanos: resultados de la Ensanut 2022.Salud Publica Mex. 2023;65(supl 1):S238-S247.
[3] Escamilla-Núñez MC, Castro-Porras L, Romero-Martínez M, Zárate-Rojas E, Rojas-Martínez R. (2023). Detección, diagnóstico previo y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles en adultos mexicanos. Ensanut 2022. Salud Publica Mex. 2023;65(supl 1):S153-S162.
[4] Basto-Abreu A, López-Olmedo N, Rojas-Martínez R, Aguilar-Salinas CA, Moreno-Banda GL, Carnalla M, Rivera-Dommarco JA, Romero-Martínez M, Barquera S, Barrientos-Gutiérrez T. (2023). Prevalencia de prediabetes y diabetes en México. Ensanut 2022.Salud Publica Mex. 2023;65(supl 1):S163-S168.
[5] Shamah-Levy T, Gaona-Pineda EB, Cuevas-Nasu L, Morales-Ruan C, Valenzuela-Bravo DG, Méndez-Gómez Humarán I, Ávila-Arcos MA. (2023). Prevalencias de sobrepeso y obesidad en población escolar y adolescente de México. Ensanut Continua 2020-2022.Salud Publica Mex. 2023;65(supl 1):S218-S224.
[6] Aschemann-Witzel, J., Pérez-Cueto, F.J.A., Strand, M., Verbeke, W., & Bech-Larsen, T. (2012). Factores de éxito en campañas de alimentación saludable: un estudio de casos. Nutrición Hospitalaria, 27(5), 1536-1541. https://dx.doi.org/10.3305/nh.2012.27.5.5916