A México se le conoce como un país de tránsito en materia de migración. Esto significa que el territorio nacional es utilizado como origen y destino de distintos procesos migratorios. En el año 2019, el Instituto Nacional de Migración (INM) reportó un ingreso total al país de 186,750 extranjeros irregulares, de los cuales 123,797 provenían de Centroamérica (Franco, 2020). Por otro lado, en 2020 se registró la salida de 43,459 personas para vivir en otro país. Destaca que 70 de cada 100 de ellas partieron a Estados Unidos de América (INEGI, 2020).
Fotografía: Unam Global 2020
Derivado de lo anterior, la migración ha sido un tema central en las relaciones entre México y Estados Unidos a lo largo de las últimas décadas, generando múltiples oportunidades y retos para ambas naciones. En la actualidad, la frontera común de más de 3,000 km entre ambas naciones es un punto de encuentro para las corrientes migratorias, en donde muchos migrantes centroamericanos y mexicanos continúan buscando cruzar hacia los Estados Unidos.
Desde el inicio de su mandato, el presidente estadounidense Joe Biden ha buscado mejorar las relaciones con México al revertir las políticas migratorias implementadas por su predecesor, Donald Trump, y ha propuesto una política más abierta y humanitaria para abordar la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. Según un comunicado oficial de la Casa Blanca, la administración de Biden ha buscado "restaurar el enfoque tradicional de Estados Unidos en la protección de los refugiados y solicitantes de asilo" (Casa Blanca, 2022).
Sin embargo, México ha reaccionado negativamente frente a algunos elementos de la política migratoria del demócrata. Algunos ejemplos incluyen:
Si bien el presidente Biden ha promovido una política migratoria más compasiva, también ha continuado con la política de deportaciones de la administración anterior. Según el gobierno de México, la política de deportaciones ha llevado a la separación de familias y a la expulsión de migrantes a zonas peligrosas en México (Reuters, 2021).
La política migratoria de Joe Biden ha generado una afluencia significativa de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, lo que ha llevado a una situación de crisis humanitaria en algunos puntos de la frontera. El gobierno de México expresó que la situación ha generado tensiones entre ambos países, y ha señalado la necesidad de trabajar en conjunto para abordar el problema (El País, 2021).
Por otro lado, la política migratoria de México también ha sido objeto de críticas por parte de Estados Unidos, quien ha presionado al gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para que adopte medidas más estrictas que logren contener la migración en la frontera sur. Según un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos, "la migración irregular a través de México sigue siendo un desafío importante" y se requiere de "una mayor cooperación de México para reducir el flujo migratorio" (Departamento de Estado de Estados Unidos, 2022).Sin embargo, el ambiente actual entre los países es de cooperación. En enero del 2023, se llevó a cabo una cumbre bilateral entre México y Estados Unidos, encabezada por los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden. La crisis migratoria, la guerra contra el fentanilo y la lucha contra el cambio climático fueron los temas que abarcaron la mayor parte de la agenda (El País, 2023). De acuerdo con el comunicado que emitió la Casa Blanca al respecto, ambos mandatarios reafirmaron su compromiso para poner en marcha perspectivas innovadoras para atajar la inmigración irregular (Casa Blanca, 2023). Por su parte, el presidente López Obrador exhortó a su homólogo estadounidense para aumentar la cooperación para el desarrollo e invertir de forma más contundente en programas sociales para Centroamérica con el fin de afrontar el éxodo de inmigrantes.
Finalmente, es importante resaltar que ambos países se aproximan a sus elecciones presidenciales, las cuales tomarán lugar en el año 2024. Esto dicho, se deben considerar las tensiones políticas que surgirán en materia migratoria derivado de estos eventos. Es muy probable que integrantes del partido republicano, buscando posicionar a su candidato en la cabecera del gobierno, incrementen sus críticas hacia la política migratoria del presidente Biden, pero también hacia la política migratoria mexicana, lo cual podría dar lugar a nuevas tensiones entre ambos países.
Este artículo fue escrito por Sofía Velázquez, Consultora en Grupo Estrategia Política.