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Si una no es ninguna, entonces ¿qué tanto es tantito?

Ya estamos a unos cuantos días de entrar a verano, una época del año que las y los mexicanos disfrutamos mucho y el cuerpo lo sabe. Así que, entre más preparados estemos… ¡mucho mejor! En este sentido, los conocimientos y la información sobre la importancia de moderar nuestro consumo de bebidas alcohólicas como mayores de edad es clave en caso de que decidamos beber.


Las y los mexicanos no somos grandes consumidores de bebidas alcohólicas. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), “el consumo promedio anual en los países de la OCDE equivale a 9.1 litros de alcohol puro per cápita”[1]. En contraste, en México el promedio es menor a 5 litros de alcohol puro per cápita[2]. No obstante, nuestro patrón de consumo es conocido como “explosivo”. ¿Qué significa esto? Significa que, por lo general, las y los mexicanos no incluimos bebidas alcohólicas en nuestra dieta diaria; a diferencia de algunos europeos con la dieta mediterránea, pero… cuando llegan el “juevebes”, “beviernes” y el famosísimo “sabadrinks”, es cuando desquitamos la semana laboral.


Cuando consumimos bebidas alcohólicas de forma nociva[3] nos ponemos en riesgo a nosotros mismos, a nuestras familias y a terceros. Es por esto que moderar nuestro consumo es una magnífica opción que, como mayores de edad, nos permitirá pasarla bien sin arriesgar a nadie.

Ahora bien, ¿qué necesitamos saber para aprender a moderar nuestro consumo?


De acuerdo con la OCDE, los distintos países del mundo cuentan con lineamientos[4] para definir cuántas bebidas representan un consumo moderado; y, por lo tanto, definir también el límite en donde se inicia con el consumo explosivo. En México, por ejemplo, la NOM-047-SSA2[5] establece los parámetros para determinar el consumo moderado de alcohol. Para los mayores de edad que gocen de buena salud, son los siguientes: en mujeres no más de 3 copas estándar en 24 h (máximo 12 a la semana) y en hombres no más de 4 copas estándar en 24 h (máximo 9 a la semana); siempre consumiendo la bebida en un lapso de una hora.


En México 1 copa estándar equivale a 13 gramos de alcohol puro o 16 ml de alcohol[6]. Para medir nuestra copa estándar, la propia NOM-047-SSA2[7] nos explica que sólo hay que poner a cada bebida en su cristalería correcta, es decir 1 trago estándar es: una copa de vino, o un caballito de tequila, o una lata de cerveza, o un vaso de bloody mary. También puedes medir tus destilados utilizando un jigger[8], donde 1½ onza de cualquier destilado equivale a 1 trago estándar (y que equivale a 45 mililitros de un producto destilado); cuando usas el jigger, además tienes la ventaja de poder calcular mejor tus compras y no gastar de más.



Imagen 1: Equivalencias copa estándar, NOM-047-SSA2-2015, Para la atención a la salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad.


Un par de recomendaciones adicionales, en caso de que decidas beber alcohol, es beber agua simple antes, durante y después de que lo consumas; no olvides disfrutar también de unos ricos alimentos, esto evitará que te sientas mal y que te deshidrates.

Por último, sabemos que es extra divertido disfrutar del verano; sobre todo cuando lo hacemos sin excesos. Entre más información tengamos para tomar decisiones, podremos cuidarnos a nosotros y a nuestros seres queridos de la mejor manera. De la misma forma, al ser consumidores responsables, también seremos respetuosos de aquellas personas que decidan abstenerse de beber alcohol y evitaremos de forma efectiva que los menores de edad consuman bebidas alcohólicas (que ni les gustan, ni les benefician en absolutamente nada). Si quieres conocer más sobre cómo prevenir el uso nocivo del alcohol te recomendamos revisar información basada en estudios técnicos y científicos que podrás encontrar en: https://www.alcoholinformate.org.mx/


Este artículo fue escrito por Susana Barroso,

Presidenta de la Rama 27, Fabricantes de bebidas Alcohólicas

CANACINTRA Nacional y Consultora en Grupo Estrategia Política.


 

Referencias:

[1] Sassi, F. (ed.) (2015), Tackling Harmful Alcohol Use: Economics and Public Health Policy, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/9789264181069-en.

[2] OECD (2021), Preventing Harmful Alcohol Use, OECD Health Policy Studies, OECD Publishing, Paris https://www.oecd.org/mexico/Preventing-Harmful-Alcohol-Use-Key-Findings-MEXICO_Es.pdf

[3] Art. 185 Bis de la Ley General de Salud

[4] Sassi, F. (ed.) (2015), Tackling Harmful Alcohol Use: Economics and Public Health Policy, OECD Publishing, Paris, https://doi.org/10.1787/9789264181069-en.

[5] DOF, NORMA Oficial Mexicana NOM-047-SSA2-2015, Para la atención a la salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad, https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5403545&fecha=12/08/2015#gsc.tab=0

[6] FISAC, Alcohol es alcohol, Trago Estándar, http://www.tragoestandar.org.mx/

[7] DOF, NORMA Oficial Mexicana NOM-047-SSA2-2015, Para la atención a la salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad, https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5403545&fecha=12/08/2015#gsc.tab=0

[8] Organización Panamericana de la Salud. (2000). Guía Internacional para Vigilar el Consumo del Alcohol y sus Consecuencias Sanitarias. Washington: Organización Mundial de la Salud. Recuperado de: file:///C:/Users/jparedes/Downloads/Guia%20Internacional_espanhol.pdf

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